El año está por concluir, y es un gran momento para reflexionar, valorar y sobre todo compartir. Sin dudas es una de las fechas más entrañables de la actualidad, nostálgica en momentos y llena de júbilo en otros.
En México tenemos una tradición que data desde la llegada de los españoles, conocida ahora como las Posadas, se trata de una representación religiosa, simbólica y escenificada, de los meses previos al nacimiento del niño Jesús, generando un paralelismo de las penurias que vivieron María y José, hasta llegar al icónico y humilde pesebre en Belén, donde nace el niño Dios.
Esta tradición, juega un papel de sustitución para tradiciones indígenas, que conmemoraban al dios Azteca de la guerra (Huitzilopochtli), generando así, un efecto sincrético nuevamente, en donde la tradición Europea es transmitida y adecuada a la región.
Ejemplo del sincretismo de las Posadas es sin duda la piñata, que antes de la Conquista, se usaban piñatas conmemorativas en los pueblos indígenas, sin embargo al incluirse como parte de los elementos vinculados a las Posadas, la piñata toma un tono de simbolismo religioso, convirtiéndose en una estrella de 7 picos, para simbolizar los pecados capitales, de los cuales hay que deshacerse rompiéndola y así deshacerse de la tentación.
Las posadas también conllevan un simbolismo para cada uno de los 9 días que conforman estas celebraciones, siendo en orden de calendario, un día para cada valor positivo: humildad, fortaleza, desapego, caridad, confianza, justicia, pureza, alegría y generosidad.
Sin duda el acto en sí de pedir posada, es una tradición llena de hospitalidad y calor de hogar, que seguramente vivirla con familiares, amigos y vecinos genera un sentido de pertenencia y un vínculo comunitario importante.
Otro elemento simbólico que también nos prepara para cerrar el año, es la llamada Corona de Adviento o coloquialmente “Corona Navideña”, se trata de un elemento originalmente pagano, de regiones del Norte de Europa, que festejaba el renacer de la naturaleza y el nacimiento del dios del Sol, de ahí el empleo de ramas de árboles invernales y la implementación de velas en alusión a la luz de lo divino y del sol.
Esta tradición como la gran mayoría de las tradiciones, tuvo su proceso sincrético con el cristianismo, y pasó de ser un ritual en el bosque, a un objeto de carácter doméstico, en donde 4 velas nos preparan, semana a semana, durante diciembre, para el nacimiento de Cristo, cada vela se enciende acompañada de rezos, los días domingo de Diciembre, la variante de las velas se da cuando algunas personas colocan una 5a vela que se enciende en Navidad.
La evolución cultural, nos lleva a generar empalmes simbólicos de antiguas tradiciones, es por esto que muchas personas, utilizan la corona navideña como adorno, y ya no para actos de fe, dejando de lado las velas, funcionando como un objeto decorativo en la puerta de su casa.
En Real de los Cues, te invitamos a conocer más de las tradiciones, pero sobre todo a compartir lo más importante con aquellos que más quieres.
No olvides seguirnos en nuestras redes sociales y mantenerte en comunicación, tu participación y respuestas son para nosotros muy importantes. Nos encanta recibir tus comentarios y sugerencias, no dudes en escribirnos qué temas te gustaría que abordemos en este 2020. Escríbenos, tu opinión es muy valiosa para nosotros.
¡En Real de los Cues te deseamos Felices fiestas!