Los contenedores solo pueden ayudarte hasta el punto en el que eres tú contra una montaña de peluches y ladrillos LEGO. Es por eso que hemos recopilado consejos y trucos secretos para conquistar la sobrecarga del cuarto o la sala de juegos de tus hijos y mantenerlo todo bajo control.

Planifica para hoy y para mañana

Los intereses de tus hijos van a evolucionar, así que sienta las bases en consecuencia. Uno de los errores más grandes que cometemos es tratar de satisfacer las necesidades inmediatas del niño solamente. En su lugar, busca piezas de mobiliario y organizadores con las que tu hijo pueda crecer, como mesas de altura ajustable y cubículos de almacenamiento grandes que se puedan llenar con artículos y contenedores de varias formas y tamaños.

Resiste la tentación de llenar cada rincón 

Asigna espacio vacío para las cosas que inevitablemente vendrán. Cuando comiences, intenta llenar la habitación solo en un tercio, no permanecerá vacía por mucho tiempo. Establecer una política de “uno dentro, uno fuera” es una forma segura de mantener el desorden bajo control.

Comparte conscientemente

¿Tienes hermanos mayores y menores usando el mismo espacio? Coloca los artículos pequeños, los suministros de manualidades y cualquier peligro potencial de asfixia en contenedores que se puedan cerrar y que se mantengan en alto, o de plano ponlos en otra habitación. Todo eso debe almacenarse en alto junto con cualquier cosa que requiera la supervisión de un adulto, como un kit de ciencias. Para ayudar a diferenciar lo que pertenece a quién y mantener a raya las disputas, designa un área para la colección de cada niño, también puedes asignar por colores.

Una vez que haya hecho limpieza eliminando cualquier cosa rota, obsoleta o sobrante, es hora de hacer un balance. Distribuye todo y agrupa, nunca te darás cuenta de la cantidad de cosas de una categoría que posees hasta que lo veas todo frente a ti, Una vez que sabes lo que tienes y decides dónde colocarlo, es mucho más fácil descubrir cómo maximizar el espacio. El mayor error que cometemos es comprar contenedores y cestas antes de iniciar un proyecto de organización. 

Dependiendo de sus edades, los niños tienen diferentes requisitos para el almacenamiento de juguetes. Aquí aplicamos una fórmula inversa a la edad y al tamaño: cuanto más joven es el niño, más grande es el vaso. Los contenedores o cofres de gran tamaño son perfectos para la mezcolanza de cubos musicales voluminosos, pelotas de peluche y juguetes sensoriales que dominan los primeros días. A esa edad todo termina en el suelo de todos modos, y tú serás el que mantendrá el sistema de organización. Asigna categorías amplias. Puedes dividir por ‘felpa’, ‘juguetes de madera’ y ‘bloques’,. Haz que los artículos sean accesibles para los más pequeños guardándolos en estantes bajos ó en contenedores de lados suaves, etiquetados con dibujos. Para artículos grandes e irregulares, los expertos recomiendan alinearlos cuidadosamente a lo largo del perímetro de la habitación. Deja que la casa de muñecas sea la estrella de la sala de juegos.

Si tienes ganas de ordenar ese cajón saturado fuera de control, o intentar arreglar el área de aprendizaje a distancia de tus hijos, requerirás de mucha paciencia y cooperación de parte de ellos, ya que es muy fácil quedar completamente abrumado. Pero todo lo que realmente necesitas es encontrar pequeños espacios de tiempo que puedas tener en cada día.

Realmente es sorprendente lo mucho que puedes lograr en solo 10 minutos. Dividir grandes proyectos en segmentos pequeños puede ser muy beneficioso. 

Considera organizar un cajón de camisetas, o limpiar brochas de pintura, no todas, solo algunas, o quizá organizar solo una gaveta del librero cada vez.  

Involucra a tu familia

No tienes por qué tratar de resolver todo solo. Haz que sea divertido, breve y simple. Sirve algunos bocadillos  y permite que todos tengan un turno para expresarse.

Ten un calendario, de esta manera, todos pueden ver lo que se avecina para cada miembro de la familia. Planifica y delega en consecuencia. Explica quién es responsable de qué y qué artículos o cosas se necesitan ordenar o hacer. Luego, escríbelo todo y colócalo en algún lugar para que todos lo vean y lo consulten para que no haya sorpresas.

Abre un espacio familiar para resaltar lo que está funcionando bien y lo que necesita mejoras. Y siempre brinda comentarios positivos y aliento por los esfuerzos y comportamientos positivos de tus hijos, ¡Primer premio un cupcake el domingo al closet mejor ordenado!

Estamos seguros que la aplicación de estos y otros consejos pueden ayudar a que toda tu familia tenga prácticas cada vez mejores. Recuerda que un verdadero líder, busca y ejecuta un efecto positivo en su familia y su comunidad.

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